Amounsulu, la musique du monde
Gaëlle Sévenier, Août 2004

Cyril est arrivé au Costa Rica il y a huit ans avec le rêve de créer un groupe de musique. Son père est Sénégalais, sa mère française. Lui est originaire de Toulouse. Il y a de ça 3 ans, il rencontre un argentin, Santos, passionné de musique Indienne. Ensemble, ils décident de se lancer, et créent Amounsulu, un groupe dont la musique est un mélange de sonorité indiennes, africaines et australiennes.

Amounsulu est une inspiration au voyage, un mélange étonnant de rythmes tribaux. Le son de la sitar, guitare classique d'Inde, Amounsulu emmène dans le monde entier.

En concert à Paris le 4 Septembre 2004 à la Guinguette pirate, et en tourné en France et en Belgique durant tout l'été, Amounsulu se prépare à jouer devant le Dalai Lama au Costa Rica, au Musé des Enfants, le 28 Septembre prochain.

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El grupo alternativo de música Amounsulu, con su tercer CD, esta listo para una gira internacional
Escrito para La Nacion


Gaëlle Sévenier - Agosto 2004
gaelle_sevenier@yahoo.com


El grupo alternativo de música Amounsulu, de regreso de Europa, tocara el 28 de Septiembre en el Museo de los Niños de San José en frente del Dalai Lama.


Son ocho chicos de diferentes países, guapos, jóvenes, todos llenos de energía, de afición a la música, y más que todo, de fe en su éxito. El grupo Amounsulu llegó a ser uno de los grupos alternativos más conocidos del país y empieza una carrera al nivel internacional con su tercer CD que recién sale.

Cuando el grupo de música entra en escena, el ambiente se transforma en una transa colectiva. Jóvenes se levantan y empiezan a bailar, cerrando los ojos, dejando sus cuerpos mover al ritmo relajante del mestizaje de sonidos de instrumentos milenarios e interculturales. Así tocaran, el 28 de Septiembre, a las 10 de la mañana, en el museo de Los Niños de San José, en frente del líder espiritual Budista, el Dalai Lama.

La fusión musical de ritmos africanos, indios y australianos trasporta a los espectadores en otro mundo. La serenidad de la sitar, guitarra típica de la India, el sonido suave del didyiridu, larga flauta aborigen de Australia, mezclados con el ritmo sostenido de los yembes y del dunumba, famosos tambores africanos, fascina al espectador. La fusión de esos instrumentos de varios continentes, añadiendo a ellos otros implementes como un teclado, un acordeón, una guitarra, o otros objetos raros a los cuales los músicos dan vida (como por ejemplo botellas de agua), hace la magia de un éxito.

El grupo nació a penas hace dos años y medio. Su primer CD, que era al principio nada más una demostración, tuvo tanto éxito que salieron otro, el 16 de Diciembre 2002. "El Bosque Eterno de los Niños" es el nombre de su tercer CD que salió la semana pasada, y esta en venta en la librería Clara Luna de la Calle de la Amargura de San Pedro.

Cyril Dupuy, el propulsor del grupo, es un francés del sur de Francia, con un padre de Senegal. Llegó a Costa Rica hace 8 años con un sueño: el de empezar un grupo de música. Encontró a Santos Gassiebayle, un argentino que tocaba sitar. Así nació, en enero del 2000, la idea de una fusión musical entre ritmos africanos y asiáticos.

La historia personal de Cyril es tan original como la de su música. Su padre es el descendiente de un vendedor francés de esclavos africanos, quien forzó a la princesa de Senegal a casarse con el en el siglo 19. Su familia, los N'Diaye, sigue siendo propietaria de la famosa isla de Gores en Senegal.

Cyril nació el 22 de Agosto 1973 con un corazón del tamaño parecido al de un adulto. El día siguiente, el 23 de Agosto, murió clínicamente durante 12 horas. Todos los médicos dijeron a sus padres que si sobreviviría, iba a tener secuelas cerebrales. Sobrevivió, con un corazón todavía frágil, pero con un deseo enorme de disfrutar la vida y de propulsar su grupo costarricense al nivel internacional.

Amounsulu ya tiene una predisposición a exportar su música por su composición muy internacional. Los chicos del grupo tienen orígenes de Francia, Senegal, Argentina, Chile, El Salvador, Hungría y Costa Rica. Carlos Herrera, Jorge Fuentes y Fabian Vargas, aprendieron gracias al francés a tocar tambores africanos. Zoltan Duran, alto joven con los ojos tan negro como su pelo, toca el teclado, al gran placer de las chicas del público que le miran con ojos enamorados. Christopher Oviedo integró al grupo más tarde que los demás, y reemplazó hace poco a un músico mejicano para tocar el didjeridoo australiano.

El grupo costarricense ya acabo su carrera internacional. Estan en el momento en Europo, tacado en Paris, Bélgica y Suiza. En Bélgica, la organización OXFAM, organización al nivel mundial que lucha por el trato justo, les ha abierto las puertas de sus 100 tiendas de productos del mundo. Es un verdadero paso adelante por ese grupo de World Music. "La música no tiene fronteras" dice Cyril "es nada más el canal a través del cual pasa un mensaje."

El grupo debe su excito tanto a la originalidad de su música como a su filosofía. Cyril utiliza una frase de una famosa película francesa que se llama "El Odio" para describir la sociedad de hoy: "es la historia de una sociedad que cae, cae... Lo más duro no es la caída, es el aterrizaje:" Según el, el mundo no puede seguir así, contaminando, destruyendo el ecosistema sin preocuparse de las generaciones futuras. La misión de Amounsulu es hacer que los jóvenes se den cuenta de que hay que proteger a nuestra planeta. Para resumir su filosofía, durante cada concierto, usan el lema "Nuestro templo el Bosque, nuestra salvación, la fe."

En los conciertos de Amounsulu, generalmente organizados en el jazz café, el bar La Cajeta o en el Semáforo de San Pedro, muchos estudiantes costarricenses y extranjeros van a disfrutarlos. "Cada vez que tocan, pasa lo mismo a la gente, les gusta mucho y empiezan a bailar" explica Monica, de 17 años, quien viene a ver al grupo cada vez que puede. "Nuestra fuerza, es el publico," explica Cyril. "La gente es muy receptiva a nuestra música. Debemos nuestro éxito a lo que la gente habla de nosotros." Ese "producto no consumible," como algunos llaman a la música tocada por el grupo Amounsulu, logrará que se hable más de sí.

 

 

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